Cuando acaba el verano, las primeras manzanas aparecen en los jardines y, con ellas, llegan también los petirrojos, con sus plumas pardas y sus gargantas rojas.
Ante la próxima llegada del invierno, la pequeña protagonista de esta historia les construye una casita para resguardarlos del frío; pero, justo cuando logra terminarla, se desata una súbita tormenta...