La casa nueva es tan grande que a Raquel le da miedo... Por eso no se separa de su madre, como si estuviesen cosidas. Pero su madre, que no es modista pero tiene mucha gracia con los hilos y las tijeras, tiene un plan.
Le hará un vestido muy especial y, además, gracias a unos hilos de colores, le demostrará que, aunque no estén juntas, siempre estarán unidas.