«Un hombrecillo, un verano, encontró una esponja a mano...». Así, sin pena ni gloria, comienza la extraña historia que le sucedió a un buen hombre sin gloria, pena ni nombre.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información