Érase una vez un hombre que tenía un burro. Durante muchos años el animal había llevado la carga al molino pero ahora, viejo y cansado, ya no tenía fuerzas para ese trabajo. Así que el hombre, para ahorrar un poco de dinero, dejó de darle de comer. El burro, que veía muy negro su futuro, decidió escaparse a Bremen para hacerse músico callejero.
Un burro, un perro, un gato y un gallo son los protagonistas de este relato de los hermanos Grimm que anima a no decaer pese a las dificultades, porque siempre habrá oportunidades para salir adelante.