En una finca de la campiña francesa tres erizos buscan qué comer, y luego de colarse en el huerto, consiguen manzanas para llevar a casa. Ante el robo, la gente de la finca decide atrapar a los erizos acusados del crimen. La delcaración de un testigo y una sorprendente prueba convierte a los acusados en héroes.